Cervera marcaba el comienzo de la recta final del nacional de tierra, y no iba a estar exento de sorpresas. El retorno de Xevi Pons, los pilotos del regional catalán, y de Nani Roma, no podían evitar que Amador Vidal diese un gran paso adelante en su lucha por revalidar el título nacional. La gran ausente de esta prueba fue la lluvia, que si bien hacía acto de presencia en la jornada de reconocimientos, lo cierto es que dejaba los tramos en un estado idóneo para competir, sin mucho polvo, aunque para esta edición, la organización había optado por unas pistas algo más rotas que en ediciones anteriores, lo que sería una dura prueba para los equipos.
La decimosexta edición del Rallye de Cervera, como decíamos, optaba por unos tramos más rotos que en ediciones anteriores. Esto, unido a las lluvias caídas durante las jornadas previas, hacía que la puesta a punto de los vehículos fuera de vital importancia. La prueba comenzaba sin sorpresas, con Xevi Pons marcando el mejor crono en los dos primeros tramos de la mañana. Nani Roma se situaba en segunda posición, justo por delante de Amador Vidal, que conseguía mantenerse tercero, a solo 25 segundos del líder, a pesar de sufrir algunos problemas de frenos. El cuarto en discordia en este primer bucle era Jorge del Cid, a solo 7 segundos de Vidal, mientras que Ramón Torres se situaba quinto a 10 segundos del líder del campeonato.
El segundo bucle arrancaba con la noticia del abandono de Xevi Pons. Según comentaba el piloto catalán, una piedra golpeaba un brazo de la suspensión trasera, que se rompía, obligándole a abandonar. Esto dejaba a Nani Roma al frente de la general, que además se hacía con el mejor crono en los dos siguientes tramos. Ramón Torres intentaba recortar diferencias, marcando el segundo mejor tiempo en el tercer tramo del día, pero una salida de pista iba a romper la correa del alternador del Ford Fiesta R5 del chileno, dejándole fuera de carrera. Así Amador Vidal se acomodaba en la segunda plaza, aunque con Jorge del Cid acechando desde la tercera plaza a 10 segundos, y Alex Villanueva cuarto a 23. Juan Carlos Aguado completaba el top 5 de la prueba al llegar a la asistencia de mediodía, que se alargaba en media hora, debido a un fallo en los cálculos de la organización para poder montar los tramos de la tarde.
Los tramos de la tarde arrancaban con el que sería el único scratch de Amador Vidal en todo el rallye. El piloto del Volkswagen Polo Proto parecía querer sentenciar el rallye, pero sus rivales no estaban dispuestos, y ya en el siguiente tramo Alex Villanueva se encargaba de marcar el mejor crono, recortando cinco segundos al líder. También recortaba algo de tiempo Jorge del Cid, que se mantenía segundo de la general, ahora a 14 segundos. El piloto de La Rana Mary había recortado 4 segundos respecto a Vidal, pero tenía también al acecho a Villanueva desde la tercera plaza, del que tan solo le separaban 6 segundos, por lo que no había nada decidido cuando tan solo quedaban por disputarse los dos últimos tramos de la jornada.
El último bucle arrancaba igual que había terminado el anterior, con Alex Villanueva marcando el mejor crono, y recortando un segundo a Jorge del Cid, y ocho a Amador Vidal. Las diferencias se ajustaban mucho, y, aunque Vidal seguía siendo el líder de la prueba, ahora tan solo contaba con 7 segundos de ventaja al frente de la general. Del Cid tampoco podía bajar la guardia, puesto que Villanueva estaba a solo 5 segundos. Todo debía decidirse en el último tramo, y allí, del Cid volvía a sacar la casta de la que hizo gala la pasada temporada, marcando el mejor crono. Esto le aseguraba automáticamente la segunda plaza, puesto que Villanueva iba a ser segundo en el tramo, cediendo un segundo respecto al vasco. Pero quedaba por ver que hacía un Vidal que parecía un tanto desdibujado. En este último tramo, el gallego no cedía tanto tiempo como en los anteriores, y conseguía finalmente la victoria del rallye, aunque por unos escasos 5 segundos. Del Cid debía conformarse así con la segunda plaza, mientras que Villanueva ocupaba el tercer escalón del podio. Cuarto finalizaba Juan Carlos Aguado, mientras que quinto era el argentino Luciano Bonomi.
Interesante la lucha que se vivió también en el Grupo N, precisamente entre Luciano Bonomi y José Luís Peláez. Bonomi iba a ser el dominador de los tramos de la mañana, consiguiendo el mejor crono en todos ellos, aunque con Peláez siempre muy cerca. La diferencia entre ambos tras los cuatro primeros tramos era de tan solo 12 segundos, con Iñaki Barredo en tercera posición, pero ya a 3 minutos del líder. Estaba claro que la pelea estaba entre ellos dos. Por la tarde, Peláez comenzaba atacando, y recortando la distancia a solo 7 segundos en el primero de los tramos, pero en el siguiente, Bonomi daba un golpe sobre la mesa, endosando al madrileño 26 segundos. Todo parecía decidido, pero Peláez salía a por todas en las dos últimas especiales. El madrileño conseguía ser el más rápido del Grupo N en ambos tramos, y recortaba diferencias respecto al argentino, pero no lo suficiente, por lo que Bonomi conseguiría finalmente la victoria, mientras que segundo era Peláez. La tercera plaza finalmente iba a ser para el Suzuki Swift de Albert Marquina, que se aprovechaba del abandono de varios rivales.
Dos Ruedas Motrices
En el apartado de Dos Ruedas Motrices también íbamos a ser testigos de una bonita lucha, aunque, por desgracia, se vería interrumpida antes de tiempo. Jordi Salinas era el piloto que tomaba la delantera en el primer tramo de la mañana a los mandos de su Peugeot 107 Maxi. Pero Climent Domingo con el Citroën DS3 R3T, y Ramón Gene con el Renault Clio RS no le dejaban escaparse, situándose respectivamente a 1 y 2 segundos. Domingo se pondría en cabeza en la segunda especial, mientras que Gene se auparía a la segunda plaza, por delante de un Salinas al que no se le daba especialmente bien este segundo tramo. Entre tanto, los habituales de la categoría, Agustín Álvaro y Manuel Manzanilla sufrían en estos primeros compases de la prueba. Álvaro no terminaba de encontrar el ritmo, mientras que Manzanilla veía como se partía la palanca de cambios de su Peugeot 206, viéndose obligado a hacer un pequeño apaño hasta llegar a la asistencia, con la consiguiente pérdida de tiempo.
La segunda pasada por los tramos de la mañana comenzaba con el abandono de Ramón Gene con problemas mecánicos. De nuevo, Jordi Salinas se aupaba hasta la primera posición en el Tramo A, poniéndose líder de la categoría, pero Climent Domingo dejaba el contador a cero en el tramo B, recortando los cuatro segundos de ventaja que tenía el de Peugeot. Por detrás, Agustín Álvaro parecía afianzarse en la tercera plaza, pero dos pinchazos llegando a la meta de cada uno de los tramos le retrasaban ligeramente, dejando vía libre a Manuel Manzanilla que finalizaba la mañana tercero, con cinco segundos sobre Álvaro. El top 5 lo completaba el segundo Citroën DS3 R3T de Josep Anton Doménech, aunque ya se encontraba a más de 3 minutos de los líderes de Dos Ruedas Motrices.
Todo parecía indicar que íbamos a vivir un apasionante duelo durante la tarde entre Jordi Salinas y Climent Domingo, pero la lucha iba a terminar precipitadamente cuando en el primero de los tramos de la tarde, un palier del Peugeot 107 Maxi de Salinas decía basta, y le obligaba a retirarse en ese mismo momento. A partir de entonces, Domingo iba a ser el dueño y señor de la categoría de Dos Ruedas Motrices, consiguiendo una amplia victoria en su retorno al nacional de tierra. La segunda plaza sería para Manuel Manzanilla, que gracias a un nuevo pinchazo de Agustín Álvaro, esta vez teniendo que parar en mitad de tramo a cambiar el neumático, no tenía mayores problemas para mantenerse en el segundo escalón durante la tarde. Completaba el podio Josep Anton Doménech, mientras que José Calvar alcanzaba un meritorio cuarto puesto, y Álvaro debía conformarse con ser quinto, aunque el resultado le sirve para situarse como nuevo líder del campeonato.
Copa Kobe Motor
La Copa Kobe Motor, que se disputa con los pequeños Toyota Aygo iba a tener un solo amo y señor en el Rallye de Cervera. Ese amo y señor iba a ser José Calvar, que marcaría el mejor crono en los ocho tramos, consiguiendo así una holgada victoria que le permite afianzarse en la primera plaza de la monomarca organizada por el concesionario Kobe Motor. No había tampoco demasiada lucha en la segunda plaza, con un Aritz Iriondo que era el único capaz de seguir, aunque de lejos, el ritmo de Calvar por la mañana, lo que le servía para por la tarde solo tener que defender posiciones respecto a Unai García, que a la postre sería tercero, después de haber mantenido algún escarceo con Iñigo Larrañaga durante la mañana, que finalmente se saldaba con el cuarto puesto para el piloto vasco.