Tras más de 20 años informando de todo lo que acontecía en los rallies nacionales, y en algunos momentos también a nivel internacional, diversos cambios en mi ámbito laboral me obligan a tomar un respiro, y hacer una pausa en el seguimiento de los campeonatos nacionales de rallies, como he venido haciendo hasta ahora.
No quiero decir adiós, ya que el automovilismo es mi pasión, y lo seguirá siendo siempre. Pero, por desgracia, vivir trabajando en esta afición es poco menos que imposible, y reservado a unos pocos afortunados. Siempre hay otro trabajo que es el que trae el pan a casa, y ese trabajo se está volviendo incompatible con el ritmo de pruebas actual, a lo que hay que sumar el desgaste personal, y de la familia, que sufre los viajes, idas y venidas.
Ha llegado el momento de tomar las cosas desde otra perspectiva, y vivir el automovilismo desde el mero disfrute. Gozar de las carreras sin la presión de conseguir tal o cual instantánea, o de apurar para ver dos tramos más. Realizar viajes a sitios y pruebas míticas, y ver otras facetas igualmente bonitas del motorsport.
Esta temporada cumpliré algunos compromisos que aún tengo pendientes, y seguiré haciendo algunos trabajos, pero MotorMediaPress quedará por el momento en pausa. Quiero pensar que hacer con la web, a donde redirigirla, y hacia donde ir. Por ello, os pido un tiempo, para ver que es lo que pasa.
El momento de los agradecimientos
No me ha sido fácil tomar esta decisión. Desde que allá por 2001 monté la que fue mi primera web, AsfaltoyTierra, nunca he dejado de escribir de uno u otro modo mi forma de ver los rallies nacionales. En estos relatos, contaba lo que ocurría a nivel deportivo, pero a nivel personal, he conocido a innumerables amigos, y personas excepcionales que de un modo u otro me han acompañado en este viaje.
Los primeros a los que tengo que dar las gracias, es a mi familia. Mi mujer, Marta, y mi hija, María, que han sufrido estoicamente mis idas y venidas, siempre con los coches en la cabeza, y que continuarán “sufriendo” mi afición en casa. Mi pequeña estará encantada, ya que pocas veces ha podido ver un tramo junto a su padre, y ahora si que prometo hacerlo tantas veces como sea posible, ya que a ella también le gustan los coches.
También dar las gracias a mis padres. Poco imaginaban ellos lo que estaban creando cuando, con tan solo dos meses de edad, me tenían en brazos en la cuneta, despertando cada vez que pasaba un coche, sin llorar, solo escuchando la música que salía de su motor. Hemos hecho asistencias, pasado noches en vela de un tramo a otro, madrugado juntos para ver la F1, e incluso en una época trabajado codo con codo, mi padre con el vídeo, y yo con las fotos, y entrevistas.
Un poco de historia
Con mis 42 años, aún me quedan muchos rallies por disfrutar, pero permitidme que eche la vista atrás. Y es que no puedo olvidar como tras algunos escarceos en el regional madrileño, cubriéndolo para la web de Inforallye, y echando una mano cuando se podía a Ismael Franco con su Mitsubishi Lancer EVO VI, terminé con una sección dentro del programa Abierto al Anochecer de Fernando Minaya en Top Radio España. Como no podía ser de otra forma, la sección se llamaba A Fondo al Anochecer, y allí comencé a contar las cosas a mi manera, relatando los rallies incluso con entrevistas a final de tramo, que incluía en las crónicas que hacíamos en aquel programa.
De ahí, comencé a crear mi primera web, AsfaltoyTierra, con la que estuve muchos años, mientras poco a poco iba creciendo, y conociendo a gente en las cunetas. La radio siempre me había gustado, y pronto Nacho Torres y Kike Mousse me dieron la oportunidad de volver en su proyecto Radio Motor Online. Se trataba de un programa de radio, que ahora llamaríamos podcast, y que semanalmente repasábamos tanto las novedades del motor, como lo que ocurría en la competición.
Pero el gran cambio llegó cuando en un Rallye Mediterráneo en Villajoiosa, en aquella escalinata del puerto donde se celebraba la salida, llegando con tiempo para coger un buen sitio para hacer las fotos, apareció un tal Daniel Cean. Aquel señor, que parecía saber bien de que iba esto, se puso a hablar conmigo, y pronto hicimos buenas migas.
Gracias a Dani he conseguido llegar a donde nunca me habría imaginado. Su cartera de clientes crecía, y con lo limitado del tiempo, pronto establecimos una gran amistad, y una especie de sociedad, en la que el se dedicaba a las relaciones públicas, y a escribir (siempre se le dio infinitamente mejor que a mi), y yo me encargaba de las fotografías. Con Dani estuvimos en numerosos equipos, trabajando duro, e incluso con marcas oficiales.
Pero el gran proyecto fue el de TV Motor. Una idea que nos llevó a hacer reportajes en video, y que tuvo ocupado de nuevo en los rallies a mi padre, al que volví a ver disfrutar en las cunetas con un proyecto ilusionante, junto a José Suco, Corsino, y Gelu. Hicimos de todo, con los medios que había entonces. Llegando incluso a transmitir un tramo en directo, tirando de la conexión 3G, con una calidad muy limitada, pero conseguimos hacerlo. Aunque el verdadero momento álgido de aquel proyecto llego con el Mitsubishi Lancer EVO X, decorado completamente con los logos de TV Motor, con el que Fombona disputó el Rallye de Pravia y que nos hizo soltar alguna lagrima a todos. Gracias por tanto, Dani.
Por el camino me tope también con otra oportunidad, que me convenció (si no lo estaba ya) de que el futuro de la comunicación estaba en Internet, aunque hay mucho que cambiar. Fernando Sancho apostó por mi para la web Motor y Racing en la que estaba entonces de editor. Fuimos trabajando juntos, y construyendo un gran equipo, donde pude trabajar de nuevo no solo en competición, si no en producto.
Otra de las geniales personas que encontré en este Mundo de los rallies fue Miguel Díaz, Chapi, para los amigos. A parte de enseñarme muchísimas cosas (entre ellas a conseguir entender casi sin problemas el gallego), y de presentarme al gran Nacho Carballeira, otro crack; Chapi confió en mi para que contase lo que acontecía en el nacional de tierra en la revista Crono Motor. Revista con la que hasta la fecha he seguido colaborando, ahora ya en las labores de fotografía, gracias a la confianza que ha continuado depositando en mi su director, Alfredo Barcena.
Chapi me enseñó que, en las carreras, no todo es trabajo. También hay una parte importante de diversión, la faceta gastronómica, y, por supuesto, el gamberreo entre amigos y compañeros. Ha sido otra de las personas con las que he pasado momentos inolvidables, y que cada vez que he viajado a Galicia, me ha acogido como si fuese de la familia. Tengo pendiente una visita para ver ese Escarabajo, por cierto.
Otra de esas grandes personas con las que me encontré en todos estos años ha sido Santi Ayala. Ahora muchos le conocéis, comentando los streaming en directo de la RFEdeA, y de sus noches canallas en las 24 horas de Le Mans en Eurosport. Pero yo coincidí con el hace ya muchos años, cuando estaba de responsable de prensa en algunos rallies, y en más de una ocasión contó conmigo para ilustrar las distintas ediciones de pruebas muy importantes. Santi ve el automovilismo de otro modo. Le apasiona, aunque es también un apasionado de las dos ruedas. Por supuesto sabe mucho de todo esto, y sabe como transmitir su pasión a través de la palabra. Y también sabe que, a veces, un fotógrafo espera al último podio bajo la lluvia, porque resulta que allí están sus clientes, ¿verdad, Santi?
Otra persona con la que llevo trabajando muchos años ya es Alfonso Salgueiro. Es el director de ASR Tyres, y gracias él he aprendido mucho de neumáticos. Siempre trata de apoyar el automovilismo de base, y trata de hacer todo lo posible por facilitar la participación de los más jóvenes. Ha impulsado muchas iniciativas en este sentido, y desde luego que es una de las personas que más he visto pelear para que cualquier iniciativa salga adelante.
Innumerables amigos
Estos han sido solo algunos de los compañeros con los que he trabajado, pero en estos años viajando por las cunetas españolas, puedo decir que he hecho innumerables amigos, o al menos así los considero yo. Estoy convencido de que alguno se me quedará en el tintero, por lo que pido, por favor, que nadie se ofenda. Sois muchos, y todos tenéis un hueco especial.
Kike Salgueiro, gran fotógrafo, y persona, en todos los sentidos… ¡¡aparta Kike!! José Alba, Josin, para los amigos, Sito Fernández (que vivan los clásicos), Pam, el incombustible canario afincado en Cataluña, Carlos Martín, Nacho Rodríguez Freire, el viajero, Luis Barreiro, David Carneiro, Manuel Rodríguez, Juankar Bustamante, Carlos Barazal, Bruno Penas, otro gallego incombustible, Vivi García, el reportero más dicharachero de Madrid, Borja Machado, dando otro punto de vista a la fotografía, Josito Gómez, otro gran fotógrafo, David Garnés, un Murciano en la jungla del Todo Terreno, y Jesús, ese señor capaz de convertir la horquilla de La Tornería, en una curva en bajada. David Herranz, antiguo director de AutoSprint, y ahora metido en el Spain Classic Rallye también es una de esas personas con las que he podido compartir cuneta en muchas ocasiones, así como Mariano Adradas. Por supuesto, Francesc Pino, un señor de la cabeza a los pies, siempre dispuesto a echar una mano en lo que sea necesario.
Ya nombré a Nacho Carballeira, ese gran personaje, que siempre te puede dar algún detalle de lo que se cuece en el fondo de los rallies nacionales, y su pareja, Alessandra Noia, una mujer de gran corazón, y con la que además de alguna cuneta, hemos compartido mesa en esas grandes charlas tras las carreras. Cómo olvidarme de Félix Trigueros, el andaluz más viajero, y su padre, que le acompaña en ocasiones, y que siempre nos ofrece datos interesantes. Iván Florez, que siempre ha tenido la paciencia de aguantar mis bromas, aunque debo decir que siempre las hacía desde el cariño, y el máximo respeto a lo que hace. Rodrigo Garrido, otro señor de las carreras, al que es raro no encontrar en una prueba. No puedo olvidarme tampoco de Manuel Aznar, y Vanesa Pérez, con los que he pasado horas y horas sufriendo inclemencias en las cunetas, y quienes me prestaron su precioso Porsche 911 para ir a mi boda (gracias de nuevo por aquello, y por todo lo demás), y con los que en su día hice alguna pequeña colaboración en una web que casi nadie conoce… Rincón del Motor. Y creo que podría seguir eternamente nombrando gente.
Tampoco me puedo olvidar de un “chavalin” que está empezando en esto, Jorge Gay, y Esther Torrejón. Me salvaron la vida en un Rallye Sierra Morena en el que me quedé sin agua, y era incapaz de encontrar un sitio para comprarla, y cuando estaba al borde de la deshidratación, ellos me salvaron. Ya nos conocíamos de antes de aquello, y teníamos buena relación. Aún recuerdo una llamada, algún tiempo después, sabedores de mi trabajo fuera de los rallies como técnico de sonido, pidiéndome ayuda para hacer un streaming en directo desde el Jarama. Aquello dio lugar más tarde a Rallycast, y aunque yo solo ayudé en el montaje, me gusta pensar que les di una pequeña ayuda en aquellos inicios.
También debo decir que hace unos pocos años, y después de haber compartido muchas veces cuneta, y unas más que interesantes charlas, un señor pegado a una cámara de video vino a pedirme unas fotos para la portada de un DVD. Era Luís Rivaya, y debo decir que fue, y es un gran honor haber podido formar una pequeña parte de los videos de La Chalga Pro, aunque solo haya sido en alguna imagen, y con alguna de mis fotos.
Otro hueco especial para todo un maestro de la técnica. Juan Pruneda, más conocido por todos por Chancha. Si necesitas saber en que recoveco de los menús de tu cámara está un ajuste, Chancha es tu hombre. Además, te podrás reír durante un buen rato con las anécdotas, e historias que siempre tiene listas para contar.
Y, por supuesto, también tiene todo mi cariño y admiración el señor Miguel Ferrer. Pasamos muy buenos ratos por el nacional de tierra, y siempre dispuesto a echar una mano cuando era necesario. Recientemente nos volvimos a ver en el Princesa de Asturias, y me llevé una alegría tremenda. Espero que nos reencontremos pronto.
Me he dejado para el final a mi pequeño grupo. Solemos ir juntos a los tramos, y darnos nuestros homenajes gastronómicos. Pablo Gil, con el que he compartido cientos y cientos de kilómetros en la carretera, Miguel Arévalo, el atlas con patas, capaz de recordar el sentido de ese cruce que cambian cada año en 1986, José Luís, el capitán, y Rodri, el de Burgos, que no le gusta nada madrugar. Cuando su trabajo y sus viajes se lo permiten, Pedro Landeta es otro de los habituales en este grupo, también un enamorado de los rallies, y de los grandes viajes.
Pilotos, copilotos, y otros seres de los rallies
Alguno podrá decir que no he nombrado a ningún piloto, ni copiloto en todo esto. Por supuesto que he conocido a muchos, y de algunos guardo gratos recuerdos, y hasta alguna amistad. Comienzo hablando de un señor de Llanes, que sabe templar, y medir muy bien desde dentro del coche. No es otro que Dani Cué, a quien le debo también mucho, y con quien hemos tenido momentos muy buenos, y que seguro que seguiremos echando más.
Una pareja que me trae también muy buenos recuerdos es la que forman Jorge del Cid y Nerea Odriozola, sin olvidarnos de los pequeños Gorka e Ion. Siempre ha sido un gusto hablar con vosotros en los parques de asistencia, y en otros momentos que hemos compartido cuneta, también lo hemos pasado muy bien.
¿Qué decir de Xavi Tanya? Uno de los pilotos con los que estuve trabajando en su día, y que es una persona excepcional. Siempre con una sonrisa en la cara, al igual que uno de los mexicanos más rápidos a este lado del charco, Benito Guerra.
Mención especial para un andorrano de pro, como es Albert Llovera. Nunca olvidaré tu ayuda cuando en aquella Baja Aragón caí dentro de una alcantarilla sin tapa en el parque de asistencia, y me echaste una mano, ofreciéndome tu ayuda, y una crema casi mágica que me permitió seguir adelante en aquel rallye.
Y muchos otros como Xevi Pons, los hermanos Vallejo (que ya predijeron en una entrevista en Asfaltoytierra su presencia con el Porsche 911 GT3 en la tierra), Enrique García Ojeda, y Raquel Fernández, José Antonio Suárez (gracias por hacerte aquella foto con mi hija), Javi Villa, Joan Vinyes, siempre dispuesto a atenderte con una sonrisa, Manuel Gómez-Manzanilla, y Martín Lumbreras, que además de torreznos, más de una vez me ha dado una versión crítica de lo que he escrito, Agustín Álvaro, y Fran Garmendia, Esteban Vallín, David Nafría, Joan Vidal, un autentico enamorado de los rallies, Alberto Monarri, uno de los madrileños más agresivos al volante, Marc Blazquez, capaz de reconocer que estaba fallando en un rallye la pieza que va entre el asiento y el volante… y muchos otros con los que, además de disfrutar viéndoos pilotar, o copilotar, también he tenido el placer de trataros personalmente un poco más.
También ha habido buena relación con otras muchas personas, como Roberto Mendez, Juan López Frade, o Antonio Zanini, con quien las charlas en las comidas de RMC Motorsport se convertían en auténticas lecciones de automovilismo. No puedo olvidarme tampoco de Oriol Juliá, que siempre ha estado dispuesto a echar una mano, o Alex Haro, otro de esos copilotos que han trabajado a un gran nivel, y que siempre te atiende con una sonrisa. Pedro Zamora es otra de esas personas que creo que se merece una mención especial, ya que fue el responsable del resurgimiento del CERT, después de que una empresa como Octagon hundiese el campeonato por completo.
Por último, me gustaría nombrar a dos personas que fueron mis referentes, incluso antes de empezar en todo esto, y a los que he tenido la tremenda suerte de conocer personalmente. Uno de ellos ya no está con nosotros, por desgracia. Joan Aymami. Con Joan pude compartir cuneta algunas temporadas, y estar a su lado era un aprendizaje constante. Seguro que desde donde esté, sigue haciendo las mejores fotos.
Otro de mis referentes fue Esteban Delgado, con quien también he podido compartir cuneta en varias ocasiones, y del que también he aprendido muchas cosas. Últimamente el diferencial no le funciona muy bien, y en las zonas más escarpadas sufre, pero sigue haciendo un trabajo excepcional.
Solo puedo terminar este artículo diciendo, una vez más, gracias a todos. A los que he nombrado, y a los que no. Gracias por las oportunidades, por los buenos momentos, por las risas, y por la ayuda en esos momentos en los que ha hecho falta. Estoy seguro de que me he dejado a gente fuera, y desde ya os pido disculpas. Os aseguro que no ha sido un olvido premeditado, y mucho menos con ánimo de ofender. Termino con una frase que siempre he utilizado en los previos de cada prueba: nos vemos en las cunetas.