Lo normal sería que solo hablásemos de la tercera victoria consecutiva de José Antonio Suárez en el Rallye Princesa de Asturias. El piloto de Recalvi marcó el ritmo durante todo el rallye, siendo el más rápido en 7 de los 8 tramos cronometrados. Tan solo dejaba escapar el scratch en la última especial, donde prefería bajar el ritmo, sabedor de que tan solo tenía que llevar su Skoda Fabia R5 hasta la meta. Pero, por desgracia, las decisiones políticas de última hora marcaron el desarrollo de la prueba.
Y es que, en la jornada del viernes, el gobierno del Principado de Asturias tomaba la decisión de decretar el estado de alarma, establecer un toque de queda nocturno, y cerrar perimetralmente varias localidades, entre las que se encontraba Oviedo, epicentro del rallye. Además, el estado de alarma incluía la obligatoriedad de que los eventos deportivos se celebrasen sin público.
Las primeras noticias decían que estas medidas entrarían en vigor el domingo 25 de octubre, pero finalmente en el BOPA se publicaba la entrada en vigor el mismo viernes 23 de octubre. Así pues, al filo de las 23:30 horas del viernes, la organización del rallye, y la Federación de Automovilismo del Principado de Asturias (que lo hacía una hora antes), anunciaban que el Rallye Princesa de Asturias debía celebrarse sin público.
Pero aún quedaban muchas dudas en el aire. ¿Qué ocurría con los pilotos de Gijón y Avilés? Ambas localidades estaban confinadas perimetralmente, junto a Oviedo, y no estaba claro que pudiesen acudir. ¿Y el público que estaba ya durmiendo en los tramos de la mañana? ¿Y el público desplazado hasta allí? ¿Podrían realizarse las asistencias, en muchos casos con mecánicos que no son más que amigos y familiares? Obviamente los equipos más grandes no tendrían problemas, pero ¿y los pequeños? ¿Qué ocurriría si había un accidente, y no había ningún comisario cerca?
Con todas estas dudas, y algunas otras, nos íbamos a dormir, esperando que todo saliese bien en la jornada del sábado. Por suerte, así fue, y tras ver como algunos aficionados accedían a los tramos por los prados que rodeaban los accesos, para evitar a los escasos efectivos que controlaban los mismos, lo cierto es que la afición en las cunetas era bastante escasa, aunque ayudaban de forma ejemplar en varios incidentes, evitando males mayores durante la jornada. Quizás habría que haber suspendido la prueba, aunque al final todo salió bien, y no hubo incidentes reseñables en este sentido… al menos hasta el lunes posterior a la prueba.
José Antonio Suárez y su idilio con el Princesa de Asturias
Centrándonos ya en lo meramente deportivo, lo cierto es que José Antonio Suárez no iba a dar opción a sus rivales en ningún momento. Con nocturnidad y alevosía, “Cohete” ya era un segundo por kilómetro más rápido que Pepe López, su más directo perseguidor, en el tramo de Morcín. Eso significaba tener ya un colchón de 14 segundos de partida, que reforzaría con 7 segundos más en el segundo tramo, el de Llanera. Además, este segundo tramo era el TC Plus, por lo que sumaba tres puntos.
José Antonio Suárez continuaba con su ataque a discreción en el segundo bucle de la mañana. El de Pravia volvía a ser el más rápido en los tramos de Morcín y Llanera, llevando su ventaja al frente de la general cerca de los 40 segundos al llegar a la asistencia de mediodía.
Ya por la tarde, José Antonio Suárez se tomaba las cosas con algo más de calma, y aunque volvía a ser el más rápido tanto en Nava, como en Colunga, las diferencias eran mucho menores. En el bucle final, Suárez volvía a ser el más rápido en Nava, llevando su ventaja por encima de un minuto, lo que le permitía relajarse en el último tramo, donde cedía el mejor crono, a sabiendas de que ya tenía la tercera victoria consecutiva en el Rallye Princesa de Asturias en sus manos.
La lucha por la segunda plaza, protagonista en el Princesa de Asturias
Con José Antonio Suárez enfilado hacia una victoria casi inevitable, todas las miradas se centraban en ver que ocurría tras el piloto asturiano, en una lucha que iba a tener como protagonistas a Pepe López, e Iván Ares. El de Citroën comenzaba la jornada siendo segundo en los dos primeros tramos, mientras Ares cedía algunos segundos. Además, López conseguía dos puntos en el TC Plus, mientras que el piloto de Hyundai se conformaba con un solo punto. Surhayen Pernía también trataba de luchar en el primer tramo, pero un llantazo en el segundo, le dejaba peleando con Efrén Llarena por el cuarto lugar.
La respuesta de Iván Ares no se hacía esperar, y si en la primera pasada por los tramos de la mañana, Pepe López marcaba el segundo mejor crono en ambos tramos, esta vez el piloto gallego sería el más rápido de los dos. López comentaba al final del tercer tramo de la jornada que estaba sufriendo algunos problemas de frenos en la parte final de la especial, aunque Ares tan solo conseguía recortar un total de un segundo y medio al piloto madrileño.
Tras la asistencia de mediodía, Pepe López salía a por todas en los tramos de la tarde. Sabedor de que sería imposible dar caza a José Antonio Suárez, el de Citroën marcaba un ritmo alto, que le volvía a permitir imponer su ley sobre el Hyundai i20 R5 de Iván Ares. El de Cambre se dejaba otros diez segundos tras los tramos de Nava y Colunga, y la ventaja de López en la general, con respecto a Ares rozaba los 20 segundos.
Solo quedaban por disputarse 30 kilómetros cronometrados, por lo que la diferencia de Pepe López parecía más que suficiente para contener a Iván Ares. Pero el piloto de Hyundai nos sorprendía en el tramo de Nava rectortando de un solo golpe 14 segundos al de Citroën, dejando la diferencia al llegar al último tramo en tan solo 5,7 segundos. Los dos salían al último tramo a por todas. Eran 15,5 kilómetros muy intensos, en los que Ares conseguiría el único scratch que dejaba escapar José Antonio Suárez. Pero los esfuerzos del piloto gallego no serían suficientes, ya que López tan solo se dejaba 8 décimas en este último tramo, asegurándose así la segunda plaza, mientras que Ares debía conformarse con el tercer escalón del podio.
Las otras luchas del Princesa
Fuera ya de la lucha por el podio, Surhayen Pernía y Efrén Llarena peleaban durante toda la jornada por el cuarto puesto. Pernía incluso coqueteaba con luchar por el podio al inicio de la prueba, pero un llantazo en el segundo tramo le mandaba directo a la lucha con el piloto del Rallye Team Spain.
Tras un toma y daca constante entre ambos en los tramos de la mañana, en el que Surhayen Pernía era más rápido en un tramo, y Efrén Llarena contestaba en el siguiente, en el primer tramo de la tarde, Llarena lograba ponerse por delante. A partir de ese momento, el ritmo del piloto del Rallye Team Spain comenzaba a ir a más, mientras que Pernía cedía cada vez más tiempo, para terminar la prueba a unos lejanos 30 segundos del piloto burgalés.
Por detrás, Óscar Palacio lograba una meritoria sexta plaza, rodando en unos tiempos muy correctos, que le dejaban a menos de medio minuto de Pernía al final de la prueba. Lastima el pinchazo de Javier Pardo en el segundo tramo, ya que nos privó de ver una bonita pelea entre ambos. Finalmente, Pardo remontaba de nuevo hasta la séptima posición, aunque, obviamente, quedaba muy lejos de Palacio.
Poco pudimos ver de Alberto Monarri con el Ford Fiesta N5. El piloto madrileño veía como en la parte final del primer tramo, su vehículo comenzaba a echar humo, para descubrir finalmente un conato de incendio en la zona del motor. Por suerte lograban controlar el incidente a tiempo, y no había mayores consecuencias que el abandono.
Tampoco tendría suerte Alberto Ordoñez que, tras terminar la mañana como líder entre los N5, veía como la rotura de la correa de la bomba del agua, le obligaba a penalizar en exceso, y terminaba por dejarle fuera de carrera.
Tras los ocho tramos disputados, la victoria final de la 57ª edición del Rallye Princesa de Asturias era para José Antonio Suárez y Alberto Iglesias, con 52,6 segundos de ventaja sobre Pepe López y Borja Rozada, y 57,5 respecto a Iván Ares y José Pintor. Cuartos finalizaban Efrén Llarena y Sara Fernández, a 2:09,4, mientras que Surhayen Pernía y Eduardo González eran quintos a 2:40,6. Sexta posición para Óscar Palacio y Enrique Velasco, que finalizaban la prueba a 3:03,3, mientras que Javier Pardo y Adrián Pérez terminaban séptimos a 5:42. El octavo lugar era para Alejandro Cachón y Alejandro López, a 6:01,8, seguidos del Porsche 911 GT3 de Sergio y Diego Vallejo, que al no llevar la brida que impone el reglamento, desaparecería de la clasificación final, tal y como estaba acordado. Por lo tanto, la novena plaza era para Josep Bassas y Axel Coronado, mientras que Álvaro Muñiz y Javier Martínez completaban el top ten.
La posterior discusión por el estado de alarma
Como decía al comienzo, el Rallye Princesa de Asturias se desarrollaba con relativa normalidad. Muy pocos aficionados en general, que además ayudaban de una forma excepcional en algunos de los incidentes que se producían durante la prueba, evitando males mayores, aunque lo cierto es que el Boletin Oficial del Principado de Asturias publicado en la noche del viernes, dejaba claro que las pruebas deportivas tanto en interior, como en exterior, y la vía pública, debían celebrarse sin público.
Esto hacía que el lunes, el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, declarase en una rueda de prensa que tanto la organización del Rallye Princesa de Asturias, como los aficionados que acudieron a la prueba, pudiesen ser sancionados.
También provocaba el enfado de algunos equipos, destacando el del equipo Suzuki. Juan López Frade, presidente de Suzuki Ibérica, declaraba que la prohibición de asistencia de público, “y acotando el número de periodistas y fotógrafos, la difusión del rally cae muchos enteros y los patrocinadores no están satisfechos con su inversión”. También aseguraba que “en el caso del equipo Suzuki, si se hubiera advertido de todo esto una semana antes, no hubiéramos acudido a un rally con todas estas limitaciones”, para terminar con un rotundo “hubiera sido mejor renunciar a su realización, como hicieron Sierra Morena, Llanes y el RACC, y volver con más fuerza el año que viene”.
El último episodio, por el momento, de este culebrón, ha sido la decisión de la Federación de Automovilismo del Principado de Asturias de suspender desde el 28 de octubre la celebración de competiciones deportivas de automovilismo en toda la región. En el mismo comunicado, la FAPA reconoce que “no tenemos las competencias necesarias ni las capacidades organizativas suficientes para poder garantizar el cumplimiento de lo publicado en el BOPA del 23 de octubre de 2020”.
Los Peugeot mandan en Dos Ruedas Motrices
En el apartado de Dos Ruedas Motrices, Alejandro Cachón iba a ser el protagonista. Cachón marcaría el mejor crono en el primer tramo, Morcin, que se disputaba al alba. En ese tramo, el piloto asturiano endosaba nada menos que 18 segundos a su grupo perseguidor, que encabezaban Roberto Blach, y Daniel Berdomás, que empataban en el primer tramo. Precisamente Blach y Berdomás se enzarzaban en una bonita lucha en la segunda posición, mientras que Cachón se encargaba de que ambos no se acercasen demasiado, volviendo a ser el más rápido en el segundo paso por Morcin. Al terminar la mañana, el asturiano mantenía sus 18 segundos de ventaja sobre Berdomás, mientras que Blach era tercero a 27 segundos, vigilando a un trío formado por Josep Bassas, Álvaro Muñiz y Pedro Antunes, que querían meterse en el podio.
Por la tarde, Roberto Blach iba a encontrarse con un cúmulo de problemas que le retrasarían. Desde un ligero toque en la segunda pasada por los tramos, hasta algunos problemas en la salida de una de las especiales. En definitiva, el piloto gallego se veía apartado de la lucha por los puestos de cabeza, logrando al final un cuarto puesto que sabía a poco.
Daniel Berdomás parecía quedar solo en la lucha por el segundo puesto, mientras Alejandro Cachón continuaba controlando todo desde el liderato. Pero Pedro Antunes venía remontando con mucha fuerza. La debacle llegaría en el tercer tramo de la tarde, donde Antunes sufría una salida de pista, y Berdomás tampoco lograba mantener su Peugeot 208 Rallye 4 en el trazado. Estos abandonos, sin consecuencias personales en ningún caso, dejaban a Josep Bassas en segunda posición, ya muy lejos de Cachón. Álvaro Muñiz y Roberto Blach eran los principales aspirantes para arrebatarle el segundo escalón del podio.
Ya hemos comentado que Roberto Blach no tuvo una buena tarde, y este último tramo no iba a ser la excepción. En cualquier caso, Josep Bassas no estaba dispuesto a ceder, y se hacía con el mejor crono de Dos Ruedas Motrices en este tramo final, asegurándose así la segunda plaza, tras un intocable Alejandro Cachón. Álvaro Muñiz se conformaba con el tercer lugar, mientras que Blach veía como el cuarto puesto era el premio a una jornada complicada.
El resultado en la Peugeot Rallye Cup Ibérica era el mismo que en el apartado de Dos Ruedas Motrices, demostrando el gran nivel que está tomando esta nueva iniciativa de la marca francesa, que cada vez más nos recuerda a tiempos pasados con el Desafío Peugeot.
Cachón amo y señor de la Beca Júnior R2
Alejandro Cachón completaba su triplete del fin de semana siendo también el más rápido de los pilotos de la Beca Júnior R2. Su dominio fue parecido al del vencedor de la prueba, José Antonio Suárez, siendo el más rápido en 6 de los 8 tramos cronometrados. El asturiano se ponía al frente de la Beca en el primer tramo, aunque Roberto Blach le arrebataba el scratch en el segundo tramo. A pesar de todo, Cachón se mantenía al frente de la clasificación, y a partir de ese momento marcaba un ritmo inalcanzable para sus rivales. Tan solo cedía en el último tramo, donde con la victoria en el apartado de Dos Ruedas Motrices, la Peugeot Rallye Cup Ibérica, y la Beca Júnior R2 en sus manos, bajaba el ritmo para asegurarse llegar a la meta sin contratiempos.
El segundo lugar era para Roberto Blach. En este caso, el piloto gallego tenía una ventaja suficiente para aguantar los ataques del tercer clasificado, en una tarde complicada, como ya hemos comentado. Sergi Francolí se hacía con el tercer escalón del podio, marcando el mejor crono en la última especial, aunque en ningún momento llegaba a inquietar a los dos pilotos de cabeza.