Podemos decir sin miedo a equivocarnos que la 47ª edición del Rallye de Ferrol ha sido la prueba más emocionante de lo que llevamos del nacional de asfalto 2016. Un total de cinco pilotos distintos llegaron a estar al frente de la prueba, aunque habría que analizar que habría ocurrido en esta prueba, de no haber tenido el famoso pinchazo Cristián García.
Pero, como siempre, no adelantemos acontecimientos, y comencemos por algunos temas que quedaban pendientes antes de comenzar la prueba. Para empezar, Pedro Burgo finalmente tendría a punto el Peugeot 208 T16 R5 del ACSM Rallye Team. Recordemos que el pasado martes, en los test previos al Rallye de Ferrol, Burgo sufría una salida de pista en la que dañaba la parte trasera del vehículo. En el equipo nos lo explicaban diciendo que podía haber sido un desastre, o podía no haber sido nada, pero finalmente la cosa se quedó en algo intermedio, que pudieron solucionar a tiempo. También nos encontrábamos con otra sorpresa tras el Shakedown, al que Gorka Antxustegi tan solo daba una pasada. Al parecer, el motor del Suzuki Swift S1600 dijo basta, y, aunque en el equipo trabajaron a marchas forzadas para intentar cambiar el motor, no pudieron hacerlo a tiempo, y el piloto oficial de Suzuki no podría tomar la salida.
Las hostilidades comenzaban con los tramos de San Sadurniño – As Somozas, y Valdoviño – Cerdido. Todo comenzaba de forma similar a como lo había hecho en las tres primeras citas de la temporada, con Cristián García marcando el mejor crono en las dos primeras especiales, y situándose como líder de la general. Pero por detrás, las cosas eran distintas a las tres primeras citas. Para empezar, la ventaja de García era de tan solo 10 segundos, frente al segundo clasificado, pero es que, tras el piloto oficial de Mitsubishi, había un total de seis pilotos en un pañuelo de 16 segundos, dispuestos a pelear hasta el último tramo. Pedro Burgo, Jonathan Pérez, Sergio Vallejo, Alberto Monarri, y, cerrando el grupo perseguidor, el piloto que arrasó en esta prueba la pasada temporada, Iván Ares, con el único Porsche 911 GT3 2010 que había en carrera.
Si esto era poca sorpresa, en la repetición del bucle del viernes, la noticia saltaba al poco de comenzar el tercer tramo del día, y es que Cristián García no era el primero en llegar a la meta. El piloto aragonés había sufrido un pinchazo, y debía parar a cambiar la rueda en pleno tramo. Aunque lo hacía en muy poco tiempo, se dejaba más de tres minutos y medio en el lance, y con ellos, perdía casi todas las opciones de luchar por la victoria. Jonathan Pérez era el encargado de marcar el scratch en este tramo, pero Pedro Burgo heredaba el liderato, al quedarse a solo tres décimas del mejor crono. Por segunda vez esta temporada, un R5 se ponía al frente de una prueba. Pero el grupo de cabeza seguía estando muy apretado, y siendo muy numeroso. Entre Burgo y Pérez, la diferencia era de tan solo 2,4 segundos, mientras que tercero se situaba Víctor Senra a 13,5 segundos, cuarto era Sergio Vallejo a 19,7, quinto marchaba Alberto Monarri a 21,6 y sexto, cerrando el grupo perseguidor, se mantenía Iván Ares, a 33,9 segundos.
Pero iba a haber más sorpresas en la primera etapa, puesto que en el último tramo de la jornada, veíamos como Iván Ares se destapaba marcando el mejor crono, con 7,8 segundos de ventaja sobre Cristián García, que comenzaba así su particular remontada, y 10,1 respecto a Víctor Senra. La peor parte en esta especial se la llevaba el hasta ahora líder, Pedro Burgo, que hacía un trompo, dejándose nada menos que 40 segundos respecto a Ares, lo que le hacía ceder el primer puesto en favor de Jonathan Pérez.
La primera etapa finalizaba, como decía, con Jonathan Pérez al frente de la general, seguido a tan solo 2,7 segundos por Víctor Senra, mientras que tercero se situaba Sergio Vallejo a 11,5. El gran tiempo que conseguía Iván Ares en la noche le permitía subir hasta la cuarta posición a 13 segundos del líder, mientras que quinto era Alberto Monarri a 18,8, y sexto se situaba Pedro Burgo, que tras su error en el último tramo del día estaba a 20,7 segundos de Pérez. El top ten lo completaban Iago Caamaño en séptima posición, ya a 1:18,8, octavo era Adrián Díaz a 2:44,2, noveno se situaba Esteban Vallín, a 3:11,6, mientras que la décima plaza era para José Manuel Mora a 3:12,5. En cuanto al líder del campeonato, Cristián García, se situaba undécimo a 3:16,3.
Si durante la primera etapa, la elección de neumáticos había sido más o menos sencilla gracias a que el piso estaba húmedo, aunque a penas llovía, en la segunda etapa, la elección sería bastante más complicada. Había por delante dos bucles, el primero con dos tramos largos, como son Monfero – Monfero, y sus 19 kilómetros y medio, y Irixoa – Monfero – Vilarmaior con sus 30,5 kilómetros; y un segundo bucle que repetía el tramo de Monfero – Monfero, y una variante del segundo tramo, entre Irixoa y Doroña, con 29,1 kilómetros, y el tramo de Ferrol, con solo 9,2 kilómetros. Había llovido durante toda la noche, pero la mañana llegaba con algunos pequeños claros asomando entre las nubes. Esto hacía que fuese importante no solo el neumático a elegir, si no también la táctica, saber en que tramo se atacaba, y en cual no, precisamente para conservar las gomas.
Iván Ares comenzaba la segunda etapa al ataque, marcando un nuevo scratch, por delante de Alberto Monarri. Víctor Senra se mantenía al frente de la general, aunque el piloto del Ford Fiesta R5 veía como Ares se acercaba peligrosamente a tan solo 3,7 segundos. Monarri también estaba recortando diferencias, y aunque se mantenía quinto de la general, estaba a tan solo 13,4 segundos, y todo ello a pesar de hacer un pequeño trompo en el tramo. Entre medias estaban Jonathan Pérez, que ahora era tercero, y Sergio Vallejo, que bajaba a la cuarta plaza, aunque aún con todas las opciones intactas. El que quedaba un poco descolgado era Pedro Burgo, que se mantenía sexto de la general, a 22 segundos del líder.
Pero aún quedaban muchas sorpresas, por llegar, y es que en el tramo más largo de la prueba, Víctor Senra sufría un pinchazo. Todo parecía indicar que el piloto gallego perdería el primer puesto, pero entonces, Jonathan Pérez se salía de la pista, arrancando una rueda de su Ford Fiesta R5, y quedando su vehículo atravesado en el tramo. Tanto el piloto como el copiloto estaban en perfecto estado, pero su accidente provocaba la neutralización del tramo para todos los participantes, lo que hacía que el pinchazo de Senra perdiese toda la importancia, y todo quedase pendiente del último bucle.
El tramo de Monfero – Monfero era el primero de los retos que tenían ante si los cinco pilotos que luchaban por la victoria, y también el escenario del primer cambio de líder. Alberto Monarri conseguía su primer scratch a los mandos del Mitsubishi Lancer EVO X oficial, seguido de Iván Ares, que se situaba como nuevo líder de la prueba. Víctor Senra se veía superado en la general por tan solo 3 décimas de segundo, por lo que todo estaba aún por decidir. Monarri también se metía de lleno en la pelea, situándose a 3,7 segundos del nuevo líder. Algo más descolgados se quedaban ya Sergio Vallejo, que optaba por montar neumáticos blandos, y ablandar las suspensiones, a la espera de una lluvia que parecía que no llegaría, y Pedro Burgo, que no conseguía recuperar el tiempo perdido tras el trompo de la primera etapa.
Pero, como era de esperar, el tramo decisivo sería el largo Irixoa – Doroña, que con sus 29 kilómetros e innumerables cruces, dejaría el rallye visto para sentencia. Víctor Senra atacaba a fondo, a pesar de su pinchazo en la pasada anterior, y conseguía el mejor crono, volviendo a ponerse al frente de la general. Alberto Monarri le seguía, aunque cedía 7 segundos, que en la general serían un total de 10 de diferencia a favor del piloto del Fiesta R5. Pero la sorpresa llegaba de la mano de Iván Ares, que era incapaz de seguir el ritmo de sus rivales, y se dejaba en un solo tramo 34 segundos. Lo cierto es que tanto Senra como Monarri habían impuesto un altísimo ritmo, sacando 33 segundos a Cristián García, que conseguía el tercer mejor crono en este tramo, mientras que Ares era cuarto. Sergio Vallejo se dejaba 49 segundos, quedando fuera de la lucha por la victoria, al igual que Pedro Burgo, que se dejaba 57 segundos.
Tan solo quedaba por disputar el corto tramo de Ferrol, en el que Alberto Monarri daba el todo por el todo, para conseguir el mejor tiempo, pero Víctor Senra tan solo cedía 3,5 segundos, por lo que el piloto de Dumbria se llevaba la que es su segunda victoria en una prueba del Campeonato de España de Rallies de Asfalto. Por detrás, no había más cambios, e Iván Ares completaba el podio. La cuarta plaza final era para Sergio Vallejo, mientras que Pedro Burgo terminaba quinto, y Iago Caamaño era sexto. Cristián García hacía frente a la adversidad consiguiendo el séptimo lugar después de su pinchazo. Octavo finalizaba Adrián Díaz, mientras que noveno era Esteban Vallín y Surhayen Pernía completaba el top ten.
Adrián Díaz intratable en Dos Ruedas Motrices
Ya hemos comentado el abandono de Gorka Antxustegi antes de comenzar esta 47ª edición del Rallye de Ferrol. El piloto vasco llegaba como líder de la categoría, pero no podría defender su posición. El relevo lo tomaba Adrián Díaz, que marcaba el mejor crono en los cuatro tramos de la primera etapa. Pero el ritmo que marcaban los R2, hacía que la ventaja del piloto oficial de Suzuki no fuese excesiva. Por ello, al comenzar la segunda etapa, nos encontrábamos con la sorpresa de que no era Díaz el primer vehículo de Dos Ruedas Motrices en aparecer en los tramos, si no Esteban Vallín. El motivo era la rotura de un retén, que Díaz y su copiloto, Andrea Lamas, debían sustituir antes del primer tramo, con la correspondiente penalización. El piloto lucense perdía momentáneamente el liderato de la categoría, pero lo recuperaba ya en el primer tramo, para tomarse a partir de entonces las cosas con calma, y llevar el Swift S1600 hasta la meta, pensando no solo en el campeonato de Dos Ruedas Motrices, si no también en el de marcas.
Por detrás del piloto de Suzuki, encontrábamos una bonita pelea que vamos a dividir en dos. Por una parte, Fran Cima se ponía al frente de la categoría R3, y del Trofeo Clio R3T Ibérico en el primer tramo, pero Surhayen Pernía marcaba el mejor crono en ambas categorías en las dos siguientes especiales, consiguiendo el cántabro ponerse al frente. Pero en el último tramo de la primera jornada, Cima marcaba un sorprendente crono que le permitía, no solo ponerse líder, si no que, además, sacaba a Pernía una ventaja de 22 segundos. En la segunda etapa, el cántabro salía a por todas, marcando el mejor crono en los tres primeros tramos que se disputaban (recordemos la anulación del segundo tramo del día), consiguiendo recuperar el liderato a falta de solo un tramo para terminar, el de Ferrol. Pernía llegaba con una ventaja de 11 segundos sobre Cima, por lo que el piloto asturiano salía al último tramo a por todas, consiguiendo el mejor tiempo entre los vehículos de Dos Ruedas Motrices. Pero no era suficiente, puesto que Pernía tan solo cedía 4 segundos, consiguiendo así ser el R3 más rápido, y también una nueva victoria en el Trofeo Clio R3T Ibérico, donde Cima ocupaba la segunda plaza, mientras que el portugués Gil Antunes completaba el podio en tercera posición.
La otra lucha interesante que podíamos ver en Dos Ruedas Motrices, era la que había entre los R2, y más concretamente entre el vehículo de la Red de Concesionarios Opel de Esteban Vallín, y el Ford Fiesta R2T de José Manuel Mora. Vallín era el primer líder de la categoría, pero en los dos siguientes tramos, Mora marcaba el mejor crono, consiguiendo superar finalmente a Vallín, que respondía en el último tramo de la jornada, volviendo a situarse como líder de la categoría. En la segunda etapa, Mora lanzaba un tremendo ataque, que le permitía volver al primer puesto, pero al comenzar el último bucle, un problema en los frenos le hacía perder 54 segundos, lo que dejaba a Vallín como líder en solitario. Así las cosas, Vallín conseguía la victoria, mientras Mora debía conformarse con la segunda plaza, y Ángel Paniceres completaba el podio en tercera posición.
Copa Suzuki Swift
Ferrol demostraba especialmente en la Copa Suzuki Swift la dureza de sus tramos. David Cortes era quien conseguía el mejor crono en el primer tramo, pero problemas en la caja de cambios iban a dejarle fuera de carrera después del segundo tramo. Efrén Llarena se situaba entonces como líder, peleando de tu a tu con Antonio Pérez Fojón, pero el piloto cántabro sufriría un pinchazo que le apartaría definitivamente de la lucha por la victoria. Entonces era Fernando Rico quien se ponía al frente de la monomarca nipona, escapándose en solitario en el último tramo de la jornada. Rico aprovechaba su conocimiento de los tramos para no cometer errores, y hacerse con la victoria final, por delante de un Fojón que conseguía finalizar en la segunda posición, con Daniel Bardomas completando el podio.
Copa Dacia Sandero
Entre los pequeños Dacia Sandero, iba a haber un piloto que destacase por encima de todos durante toda la prueba, y ese era Javier Bouza, que marcaba el mejor crono en los siete tramos que los pilotos de los Sandero podían disputar. Miguel García conseguía la segunda posición, dejándose algo más de 4 minutos, mientras que el podio lo completaba José Javier Pérez, que superaba in extremis a Iván Forcada, que debía conformarse con la cuarta posición.