Era el final que nadie quería para el Rallye do Cocido, pero parece que las últimas temporadas, siempre tienen que empezar con polémica en el Campeonato de España de Rallies de Asfalto. En 2016 fueron las bridas de los GT, y el teórico desequilibrio que había entre las prestaciones de los Mitsubishi Lancer EVO X R+, los GT, y los R5, en 2017 fue el de las válvulas pop-off, y en 2018 se ha liado aún más con las manguetas de la suspensión de los N5.
No voy a dedicarme a reproducir aquí comunicados de prensa que, seguro habéis leído ya, aunque, para los más despistados, aquí enlazo los más importantes, que son el de RMC Motorsport y el de la Real Federación Española de Automovilismo.
Un resumen de lo ocurrido
Y ahora, paso a hacer un pequeño resumen de lo que ha ocurrido desde mi punto de vista. Inevitablemente hay que remontarse a la llegada de los MaxiRallye a España, que pronto, quizás más pronto de lo necesario, se convirtieron en N5. ¿Cuál era el motivo de este cambio de nomenclatura? Pues muy sencillo. Pronto se vio que los MaxiRallye, tal y como estaban planteados, no iban a poder plantar cara en ninguna superficie a los R5. De hecho, estos coches están diseñados así, para ser inferiores a los R5. Pero en España, se buscaba una alternativa más económica a los coches FIA, y que permitiese la entrada de otras marcas, por lo que pronto se les dio un mayor diámetro de la brida de admisión, para acercar las prestaciones, lo que hacía que estos coches ya no fuesen MaxiRallye, si no N5.
Eso hizo que, efectivamente, los N5 se hayan acercado mucho a los R5, llegando la primera victoria de uno de estos vehículos en el pasado Rallye de Madrid, aunque no debemos olvidar que se daban condiciones muy específicas (no había ningún título en juego, los pilotos R5 no tomaron ningún riesgo, los particulares tramos de esta prueba, y un largo etcétera).
El problema llega cuando en la primera cita de asfalto del año, nos encontramos con más N5 que R5 en la lista de inscritos, y dos fabricantes enfrentados. De una parte, RMC Motorsport, y de la otra AR Vidal con sus Suzuki Swift R+ oficiales.
Una mezcla peligrosa
Si miramos el reglamento técnico de los N5, vemos que estos coches tienen cuatro tipos de piezas. Piezas de Serie, o PS, que, como su nombre indica, son piezas iguales a las de serie, que se pueden adquirir en cualquier distribuidor de recambios. Piezas Libres, o PL, que son piezas que no tienen porqué estar homologadas, y que se pueden sustituir libremente, siempre y cuando no añadan ninguna función adicional a la pieza que sustituyen. Las llamadas PH, que son piezas que pueden ser de cualquier marca y modelo, pero deben estar homologadas por la RFEdeA. Y, por último, las PK, que son piezas de un kit común, que solo se pueden adquirir de un listado de distribuidores, y, por lo tanto, deben estar homologadas.
Por poner un ejemplo de cada tipo de pieza, tenemos, por ejemplo, la culata de los motores debe ser de estricta serie, es decir, sería una PS. El freno de mano puede ser hidráulico, y es de construcción libre, o PL. Un ejemplo perfecto de pieza PH es el kit de carrocería, que puede ser de cualquier marca, pero debe estar homologado. Por último, tenemos las piezas PK, grupo al que pertenecen las famosas manguetas de suspensión, y buena parte del sistema de suspensión de los coches de la categoría N5.
Una vez explicado todo esto, seguimos indagando por el reglamento, y encontramos el listado de constructores y distribuidores autorizados de piezas tipo PK. Vemos que Baratec (constructor argentino) es el único autorizado para todas las piezas, a excepción de las manguetas de suspensión, donde también se permiten las fabricadas por RMC Motorsport, y que son 681€ más baratas.
Entonces ¿por qué excluyen a los coches de Muñiz y Díaz?
Esta es la pregunta clave, y a la que no podemos aún encontrar una respuesta clara. En la aclaración escrita por la Real Federación Española de Automovilismo, queda bien claro que todo el proceso de verificaciones atañe exclusivamente a los comisarios deportivos de cada prueba, y que, antes de comenzar el rallye, ya se anunció que serían verificados los tres primeros vehículos de la prueba, los dos primeros R5, y los dos primeros N5, por lo que, viendo el desarrollo de la prueba, estaba claro que ambos coches serían verificados.
Lo que habría que saber es si las manguetas que montaban el Ford Fiesta N5 de Álvaro Muñiz, y el Renault Clio N5 de Adrián Díaz coincidían con las especificaciones que RMC Motorsport facilitó previamente a la RFEdeA. Sería absurdo que no lo hicieran, pero no conocemos ese dato. Y es que, el hecho de que sean piezas de tipo PK, con dos fabricantes autorizados, hacen posible que existan pequeñas diferencias entre ambas piezas, lo que haría la exclusión más complicada.
Las consecuencias
Personalmente, me parece lamentable que un equipo presione marchándose de un campeonato ante una decisión de este tipo, pero es algo comprensible. Fue comprensible cuando se marchó ACSM Rallye Team ante un error claro de cronometraje, y es comprensible en este caso, después de que RMC Motorsport haya hecho una gran inversión para ser fabricante de estos vehículos, y de estas piezas, y se les excluya. Siempre con la salvedad de verificar que esas manguetas concuerden con las especificaciones que se le han dado previamente a la RFEdeA, para homologar la pieza.
Tenemos que, en el asfalto, Miguel Fuster cambia de equipo, para unirse a la estructura de KRS, mientras que, probablemente perderemos a Álvaro Muñiz, Adrián Díaz, Alberto Otero, y Iago Caamaño (no contamos a Javier Ramos, ya que su programa sería regional en cualquier caso), así como Benjamín Avellá, que no estará en las citas canarias. Peores aún son las repercusiones en la tierra, con la salida de Jorge del Cid, Daniel Alonso, Luís Climent, Gustavo Sosa, Roberto Rozada, y Cristobal García. Aunque muchos aún no lo han confirmado al 100%, sus planes se verían realmente afectados, y, debemos contar también a los equipos interesados en participar en la Copa N5 de RMC, que el preparador leonés a desconvocado, donde, entre algunos de los pilotos que ya hemos nombrado, también tenía previsto estar presente Efrén Llarena, con un Peugeot 308 creado para la ocasión.
En definitiva, se trata de un duro golpe a los dos campeonatos de España de rallies, que podrían perder un buen número de integrantes, debido a una irregularidad que podría no ser tal.
Posibles soluciones
En teoría, la Real Federación Española de Automovilismo no debe inmiscuirse en las decisiones de los comisarios deportivos. Sería un precedente preocupante, desde luego. Por eso mismo, es muy difícil que veamos que cambie el resultado del Rallye do Cocido, salvo que los equipos afectados hubiesen puesto la pertinente reclamación, con un elevado coste por su parte.
Hoy se reunirá Roberto Mendez con la Real Federación Española de Automovilismo para acercar posturas. Además, se trata de una situación delicada, en la que cualquier acción puede hacer enfadar a alguna de las partes, y del mismo modo que no interesa la marcha de RMC Motorsport, tampoco interesa perjudicar a AR Vidal, y que puedan pensar en marcharse junto con un equipo oficial como Suzuki, que además está apoyando a un proyecto tan importante para la Federación como la Beca R2 Júnior.
Un juego de malabares complicado al que tiene que enfrentarse ahora la RFEdeA, debido a no ceñirse al 100% a la normativa FIA, como se había planificado en la hoja de ruta que se marcó con los equipos hace ya un par de años. Tendríamos los MaxiRallye corriendo, con una brida de menor tamaño, y una escalera un poco más clara en lo que a categorías se refiere.
Veremos como evoluciona todo este tema.